miércoles, 7 de octubre de 2009

Diario Techero

Viernes 11 septiembre

1° Día

Punto de reunión en Metepec de los integrantes a las 7:00am para salir supuestamente temprano aunque la salida se retraso como hora y media por las personas que habían llegado tarde. Después se realizo el registro y una pequeña platica alentadora de lo que nos esperaría en las comunidades. Ya después iniciamos nuestro camino rumbo a Tenancingo a las comunidades de Agua Bendita y Tierra Blanca.

Llegada a las comunidades e instalación en la escuela donde nos íbamos a alojar durante los próximos tres días y recibimiento por parte de la Presidenta Municipal.

Inicio de construcción

Convivencia entre las familias y los techeros, platica de experiencias, intercambio de conocimientos y vivencias.

El viaje fue largo pero al fin llegamos con todas las ganas de ayudar a la comunidad, bajamos de los camiones y recibimos indicaciones de parte de los organizadores, ellos ya conocían las comunidades donde trabajaríamos por lo que facilitaba el sentido de que era lo que cada quien iba a realizar y hacia donde nos íbamos a dirigir. Para esto primero se desempacaron las cosas de todos los integrantes junto con las herramientas necesarias para la construcción y también de misma forma los alimentos y utensilios necesarios que fueron subidos a la escuela donde nos quedaríamos por tres días. Esta actividad sirvió de integración y conocimiento entre voluntarios, muchos iban con ganas de ayudar y aportar lo máximo para el buen desarrollo personal y vivencial pero desafortunadamente otros van con intenciones de echar relajo y tomándose las cosas a la ligera lo cual dificultaba las actividades en equipo y genera lentitud y mal desempeño en las actividades grupales.

Después terminada la actividad de des equipaje fuimos recibidos por la Presidenta Municipal de Tenancingo quien nos dio un mensaje a todos los techeros y quien estuvo al tanto de todas las actividades tanto previas como posteriores ayudando a la organización con policías, camionetas, radios que fueron de gran utilidad para aprovechar al máximo el tiempo de construcción y evitar minutos perdidos.

Al término de la bienvenida los integrantes fuimos instruidos y acoplados a nuestras cuadrillas con las que trabajaríamos en la construcción de la vivienda. Realizamos una pequeña actividad de integración entre cuadrilleros y sin más nos fuimos camino a las comunidades. El camino aun era largo, había que caminar cuesta arriba durante unos 20 minutos más a través de riachuelos, plantas y vegetación que lo hacía muy interesante. Ya después un jefe de cuadrilla nos dijo que esta suida a pie era para empezar a reflexionar un poco acerca de que era lo que todas las familias de arriba que no estaban esperando, caminaban diario rumbo a sus destinos que generalmente era por trabajo, conseguir alimentos, agua, etc.

Ya llegando con las familias la impresión fue grande, uno no se espera ver a qué tipo de gente les íbamos a ayudar, simplemente es algo triste ver y entender cómo es posible que estas personas vivan tan alejados de la ciudad más cercana y tengan impedimentos de tal grado que no puedan bajar a las ciudades, tal fue el caso de mi familia una pareja de ancianos Don Gavino quien es ciego y Doña Tere quien es sorda y baja al pueblo una vez por semana a hacer la venta de chicharrones los domingos a la plazo y aprovecha para comprar lo necesario para su casa. Realmente es difícil de creer para mí como esta familia puede seguir sobreviviendo literalmente en estas condiciones en las que viven. Esto es solo un poco de historia la familia en donde me encontraba, pero no dudo que en cada casa y en cada cuadrilla del equipo las familias tienen diferentes dificultades y problemas con los cuales tienen que lidiar día a día.

Posteriormente empezamos la construcción en donde se analizaron los problemas a los que nos íbamos a enfrentar, condiciones del terreno, utensilios necesarios, etc. Así que nos rompimos el coco un rato y empezamos el trabajo. Admito que todos los de la cuadrilla teníamos ganas de trabajar pero el problema es que no existe conocimiento previo para poder agilizar la construcción y aportar más de parte de cada integrante de la cuadrilla. Este primer día de construcción fue emparejar terreno, nivelar, sacar medidas armar el reventón y poner el pilote maestro. Afortunadamente nosotros cumplimos con las expectativas y quiero decir que este primer día es mas de trabajo mental que de trabajo físico.

En este mismo día convivimos con la familia en la comida (la cual sabe a gloria después del trabajo) y en esta convivencia ayuda a entender mas los problemas y las situaciones de la familia con la que convivimos. Es parte fundamental de este proyecto, el entender y poder ayudar con conocimientos a las familias dando consejos y tratando de hacer un pequeño cambio en estas personas.

Después de una buena comida a trabajar de nuevo en la construcción para adelantar al trabajo y poder terminar las casa.

Ya el regreso a la escuela fue mitad caminando y mitad camionetas, el regreso fue de noche, lo cual hace sentirte de verdad como si estuvieras en plena selva arriba de una pick up tratando de regresar a la aldea más cercana antes de que los animales nocturnos salgan a acechar por ahí (en este caso eran mosquitos y cosas así por seguridad de los techeros).

Llegando a la escuela nos espera la cena, las experiencias de los demás techeros y una plática entre grupo para conocer y reflexionar acerca de las experiencias del día.

Sábado 12 Septiembre

2° Día

Segundo día de construcción organización para agilizar más el avance de las casas y terminar todos las casas respectivas.

Levantarnos a las 7 de la mañana para salir de nuevo a construcciones lo más pronto posible.

Lluvia durante la noche, lo cual hizo que amanecieran algunos mojados y los zapatos de la gran mayoría empapados.

Desayuno en la escuela y preparación para subir a construir.

Parecía que este iba a ser otro día mas en construcción y pensando que nos íbamos a pasar desde que amaneciera hasta que anocheciera en las cuadrillas que nos tocaban pero realmente vivimos experiencias diferentes y todo esto hace que el tiempo se pasara de volada en las viviendas.

Llegamos de nuevo con nuestras familias y el recibimiento que igual de cálido que la primera vez empezando a poner pilotes y reponer el reventón que fue roto por el hijo de Don Gavino quien por cierto falto a su trabajo por irnos a ayudar y a ver a don Gavino, lo cual habla mucho de la disponibilidad y el trato que recibíamos de parte de las familias. Empezamos la construcción un poco lenta pero sin dejar de trabajar y cada quien haciendo lo suyo. Se presentaron varias adversidades en el día como era de esperarse, el material había que transportarlo entre voluntarios de el lugar en donde el camión había dejado los materiales, que era en la parte de abajo, hacia arriba en donde se encontraban las construcciones. EL camino y la lluvia de la noche hacia difícil esto, hubo muchas caídas y lentitud y camionetas descompuestas por lo cual los voluntarios teníamos que dar el doble de esfuerzo para terminar con las actividades del día.

Después de esto continuamos con las construcciones correspondientes y llego la hora de la comida en donde de nuevo recalcare que aprendes demasiado de las familias y en nuestro caso Don Gavino quien no dejaba de habla a cerca de sus experiencias vivenciales, las épocas en las que vivía, las cosas graciosas por las que él había pasado y todo junto con la comida te da otro gran empujón para dejar todo tu esfuerzo en la terminación de la casa y obtener las ganas necesarias para seguir trabajando.

La tarde era la parte del día que mas me gustaba, después de la comida apresurábamos el pasa en la construcción y afortunadamente para este día terminamos nuestros 15 pilotes puestos a nivel en el piso y listo para que al otro día pusiéramos la duela (el piso) y levantáramos la casa. Me gusta esta etapa del día porque sientes presión y trabajas escuchando los martillazos de otras casas, lo cual dice que ya pueden ir más adelantados que nosotros y eso te hace poner más prisa a todo. Después el crepúsculo nos avisa que es hora de bajar otra vez a la escuela donde nos espera la magnífica cena y el correo de brujas, una actividad muy buena de mensajes escritos entre los techeros que al final del día se leían ante todos causando un momento de distracción y diversión que hace amena la noche .

Algo preocupante es escuchar que algunas cuadrillas iban retrasadas y nos teníamos que levantar aun más temprano al otro día para aprovechar al máximo el día de construcción final.

Domingo 13 Septiembre

3° Día

Todo pinta a que nos esperaba un día de apresaros y presión por terminar aunque también de esperanza al saber que lo lograríamos.

La levantada fue a las 6:30am y salimos de la escuela casi a las 8 de la mañana para llegar a las casas como 8:30 y empezar de nuevo

Sabíamos que hoy era el día final y que teníamos que terminar, la tristeza y nostalgia de abandonar la comunidad se hacía presente desde las 9 am

Este sería un día pesado aun más que los otros dos, llegamos a la construcción y afortunadamente el día nos recibió con un cálido sol a diferencia de los días anteriores en los que la lluvia había alentado las cosas. Empezamos desde temprano con muchas ganas de terminar y comenzamos a poner el suelo, el cual don Gavino aprobó y nos dio aliento, para esto trabajamos toda la mañana y parte de la tarde, creando lazos más fuertes entre cuadrilleros y familias, la comida de este día fue corta a diferencia de las anteriores de 2 horas, esta solo fue de 45 minutos. El acarreo de mas materiales pesados fue otra actividad del días y ya en la tarde la lluvia paro a algunos techeros pero a otros ni eso, lamentablemente este día solo se terminaron dos casas, las más cercanas a la escuela que tenían los recursos y materiales a la mano y no tenían tiempo perdido en llegar a sus construcciones más que de 5 minutos, sin en cambio las otras casa que estaban más arriba, como era el caso nuestro no se pudo terminar ninguna.

Lamentablemente había que regresarse a Toluca pero a mí me daban ganas de no parar de trabajar hasta que estuviese terminada la casa, pero así nos toco, y la despedida a Don Gavino y Doña Tera fue lo más triste, pues sentía que habíamos ilusionado mucho a Don Gavino a que al final del día tendría su casa propia construida pero no fue así, y lo tuvimos que posponer a una semana después.

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